La llegada anual de las ballenas jorobadas al Pacífico mexicano ya comenzó, y los primeros ejemplares han sido vistos nadando frente a diversos puntos del litoral michoacano. Desde principios de noviembre, visitantes y habitantes de Playa Azul, Maruata y Caleta de Campos han podido presenciar el retorno de esta especie emblemática, que cada año recorre miles de kilómetros para reproducirse en aguas cálidas.
De acuerdo con comuneros de Aquila y Coahuayana, las primeras ballenas ya se dejan ver mar adentro, marcando el inicio formal de la temporada de avistamientos. Las autoridades federales y estatales, en coordinación con las comunidades costeras, han reforzado la vigilancia en la zona para asegurar la protección de estos mamíferos marinos, considerados especie protegida en México.
Las ballenas jorobadas permanecen en la región durante varios meses para aparearse, dar a luz y amamantar a sus crías, antes de emprender nuevamente su ruta hacia las frías aguas de Alaska. Por ello, todos los prestadores de servicios turísticos deben operar bajo los lineamientos establecidos en la Norma Oficial Mexicana, que regula las actividades de observación responsable.
La temporada de avistamientos se extenderá hasta abril del próximo año, y se recuerda a turistas y embarcaciones que existen reglas indispensables para garantizar el bienestar de las ballenas, entre ellas:
• Permanecer menos de 30 minutos en la zona de observación.
• Evitar rodear o perseguir a los ejemplares.
• No arrojar basura al mar ni a las playas.
• No intentar alimentarlas.
• Mantener un ambiente tranquilo que favorezca el descanso de las ballenas y la seguridad de sus crías.
Con estas medidas, autoridades y comunidades buscan asegurar que la experiencia de observar a estos gigantes del océano sea segura, respetuosa y sostenible para todos.