Las autoridades federales y estatales de Estados Unidos lanzaron esta semana un operativo conjunto para detener a unos 800 inmigrantes en situación irregular en el estado de Florida.
La acción, denominada “Marea Negra”, marca la primera coordinación formal entre el Departamento de Seguridad Nacional y la policía estatal desde el inicio del segundo mandato del presidente Donald Trump.
La operación comenzó el lunes y se extenderá hasta el sábado, abarcando múltiples distritos como Miami-Dade, Tampa, Orlando, Jacksonville, Stuart, Tallahassee y Fort Myers, según reveló el Miami Herald.
Aunque no se han ofrecido cifras oficiales sobre personas detenidas, las autoridades indicaron que el foco está en individuos con antecedentes penales o que hayan incumplido la legislación migratoria.
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Un portavoz del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) explicó que la agencia no suele comentar sobre operativos en curso por razones de seguridad operativa.
No obstante, aclaró que los resultados serán comunicados públicamente en caso de que lo consideren oportuno, una vez finalizadas las acciones correspondientes.
Esta ofensiva coincide con el endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por el presidente Trump, quien afirmó recientemente que “la invasión de nuestro país ha terminado” y que aquellos que ingresen de forma ilegal enfrentarán severas sanciones y deportación inmediata.
La operación refleja un giro más estricto en el control migratorio en el marco del nuevo mandato presidencial.