Innovaciones y tendencias para el sector financiero en Latinoamérica
evangelio | 2 agosto, 2024

Impulsadas por avances tecnológicos, cambios en el comportamiento del consumidor y nuevas regulaciones, las transformaciones en el sector financiero están remodelando la manera en que las instituciones operan y se relacionan con sus clientes.

En Latinoamérica, dicha evolución ha sido especialmente notable, manifestándose mediante desarrollos e inversiones que han reforzado la estabilidad y modernización de las transacciones en el sector financiero.

De acuerdo con un reciente informe de Fintech, se identifican cinco tendencias clave que tomarán fuerza en los próximos años:

  1. Innovación en remesas: La implementación de tarjetas digitales y cuentas en dólares por parte de las instituciones financieras está facilitando la gestión del dinero enviado desde el extranjero, optimizando el proceso para millones de familias en la región.
  2. Digitalización de servicios: De acuerdo con un reporte de McKinsey de 2024, el porcentaje de personas que prefieren el efectivo como medio de pago se ha reducido a la mitad. En contraste, la proporción de quienes utilizan tarjetas de débito, crédito o pagos móviles se ha duplicado.

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sector financiero

  1. Tokenización: Esa técnica, que consiste en reemplazar datos sensibles por identificadores únicos (tokens), se está erigiendo como un pilar en la seguridad de las billeteras digitales, reduciendo el riesgo de fraude y fortaleciendo la confianza del consumidor.
  2. Open finance: La revolución de la banca abierta permite que las entidades financieras gestionen clientes con menos fricciones y costos, lo que está habilitando la personalización de servicios y condiciones, adaptándose mejor a las necesidades de los usuarios.
  3. Finanzas embebidas: La integración de productos y servicios bancarios en plataformas no financieras está generando un entorno donde opciones como ahorro, préstamos y seguros son más accesibles para un mayor número de personas, facilitando la inclusión financiera.

A medida que esas innovaciones continúen desarrollándose, las instituciones financieras deberán adaptarse para mantenerse relevantes y competitivas en un entorno en constante cambio.

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