Ante la caída de los precios y la insostenibilidad económica de los cítricos, este fin de semana se instaló el Consejo Regulador del Limón en el Valle de Apatzingán.

El objetivo es claro: controlar la demanda y mantener estables los precios luego de casi un año en que ha salido más barato tirar el fruto que comercializarlo.

Bernardo Bravo, líder de los limoneros de Apatzingán, aseguró que los productores están dispuestos a pagar certificaciones, fletes y otros costes. Sin embargo, no pueden seguir tirando la fruta.

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En promedio, el kilo del limón lo siguen vendiendo por debajo de los 7 pesos, lo que les deja pérdidas a más de mil limoneros de distintas zonas de la Tierra Caliente.

Se espera que con el control de flujo de corte y comercialización, en próximos días comience a estabilizarse al alza los precios de los cítricos.