Esta semana, al menos cuatro instituciones financieras, tanto locales como extranjeras, lanzaron advertencias sobre los potenciales efectos adversos que la reforma al Poder Judicial, propuesta por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, podría tener sobre la inversión en México y su calificación crediticia.
Entre esas instituciones se encuentra J.P. Morgan, el banco más grande de Estados Unidos, así como Fitch Ratings y Morgan Stanley.
J.P. Morgan señaló que la aprobación de la reforma podría disminuir en el corto plazo el apetito por inversiones en el país y planteó un riesgo significativo de rebajas en la calificación soberana de México para 2025.
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Fitch Ratings, por su parte, advirtió sobre las implicaciones que la reforma podría tener en el perfil institucional del país.
En un informe reciente, la calificadora aseguró que la elección por voto popular de los ministros de la Suprema Corte podría ser vista como una interferencia del gobierno en el Poder Judicial, lo que pone en tela de juicio la imparcialidad y autonomía de esa institución.
Morgan Stanley también se sumó a las advertencias, al degradar su recomendación sobre inversiones en México.
El banco considera que la reforma aumentará el riesgo país y limitará las oportunidades de inversión de capital. Asimismo, su área de investigación recomendó a sus clientes reducir la exposición a acciones de varias empresas mexicanas.