En el ámbito del regional mexicano, uno de los grupos más destacados desde hace varias décadas es Intocable, fundado en Texas en 1990. Su estructura musical se sostiene en el acordeón, bajo sexto, bajo eléctrico y batería, pero conforme ha pasado el tiempo, integraron guitarras eléctricas que en algunas canciones coquetean con otros géneros como el rock y el pop, algo poco común en el ambiente grupero nacional, pero que sí se presenta en los grupos de country al sur de los Estados Unidos.
Dicha evolución se puede apreciar conforma ha pasado su discografía: en Fuego Eterno (1994) las piezas no se complicaban y todo suena a grupo norteño, pero en Otro Mundo ya había ciertos juegos arriesgados, lo que se refleja en la canción Coqueta, donde la batería hace cambios abruptos de ritmo.
Como el mundo lo sabe, el éxito llegó en 1996 con el disco Llévame Contigo, del que se desprende ¿Y todo para qué?, quizá su canción más celebrada que tiene un bajeo impresionante, redobles de batería contundentes y desde luego el acordeón llevando la melodía.
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Otro de los sencillos que le dio la vuelta al mundo de habla hispana fue Fuerte no Soy, del disco Contigo (1999), un tema de producción exquisita que los llevó a los primeros planos y a ser objeto de un disco tributo con la participación de Kinky, Jumbo, Natalia Lafourcade y el propio Intocable reversionando la canción Aire, pero con un toque pop que en casi nada se acerca al regional.
Igual pasa con Nos faltó hablar, del disco En peligro de extinción (2013), donde el intro es puro rock por más de 30 segundos, con poderosos riffs de guitarra que luego hacen puente con el tradicional acordeón.
Hay más ejemplos de esos guiños al rock y al pop en Culpable fui (culpable soy) y Dímelo, pertenecientes a su discografía más reciente. Y si atendemos a la última de ellas, qué decir del álbum Modus Operandi, que arranca con Obsesión, salpicada de rock por sus dos minutos y medio de duración, la apertura de una producción más pensada para escuchar con audífonos que para bailar en un rodeo.
Todo ese bagaje musical que no teme a renovarse será lo que se escuche el próximo domingo 19 de mayo en el estadio Venustiano Carranza, como parte del Festival Michoacán de Origen. El acceso será gratuito y aunque el concierto está anunciado a las 19:00, la recomendación es llegar con mucho tiempo de anticipación.