Las devastadoras inundaciones repentinas que azotan el centro-sur de Texas han dejado un saldo de al menos 24 personas fallecidas, informaron autoridades locales.

La tragedia se intensifica ante la desaparición de al menos 20 niñas que participaban en un campamento de verano cerca del río Guadalupe, donde el nivel del agua subió abruptamente más de ocho metros en menos de una hora.

El alguacil del condado de Kerr, Larry Lethia, confirmó que continúan las labores de búsqueda y rescate, con unos 500 socorristas y 14 helicópteros desplegados en la zona para auxiliar a los afectados.

El gobernador Greg Abbott declaró una “declaración de calamidad” para aumentar recursos y aseguró que las operaciones de rescate seguirán “hasta que todos aparezcan”.

El fenómeno natural sorprendió a la región, considerada el valle fluvial más peligroso de Estados Unidos, cuando el río Guadalupe pasó de dos a más de nueve metros en cuestión de horas. Las autoridades locales han advertido a los habitantes evitar viajar por carreteras intransitables y trasladarse a zonas altas ante el riesgo de nuevas lluvias.

Expertos señalan que, aunque las inundaciones repentinas no son inusuales, el cambio climático ha incrementado la frecuencia e intensidad de estos eventos extremos.

Mientras tanto, las labores de rescate y atención continúan en espera de localizar a las menores desaparecidas y evaluar el impacto total de la emergencia.