En lo que va de 2025, los inversionistas extranjeros han retirado del mercado mexicano más de 123 mil 700 millones de pesos, disminuyendo su participación en títulos del gobierno de 1.83 billones de pesos a 1.71 billones, según los datos más recientes del Banco de México.
Este retroceso marca la mayor salida de capitales desde 2020 y 2021, cuando se registraron retiros superiores a 514 mil millones de pesos en plena crisis sanitaria global. La política monetaria expansiva de aquellos años y las tasas históricamente bajas habían incentivado la compra de deuda mexicana, pero desde 2022 el panorama comenzó a cambiar con incrementos sostenidos en las tasas de interés.
Al 5 de noviembre de 2025, los títulos gubernamentales en manos de extranjeros representaban apenas el 11.5% del total en circulación, el nivel más bajo desde diciembre de 2009, en medio de la crisis financiera global, cuando alcanzaron 11.3%. Tras un periodo de fuerte interés, que llevó la participación extranjera hasta 38.9% en enero de 2015, el apetito por la deuda mexicana ha ido disminuyendo de manera constante, con una tendencia que volvió a intensificarse este año.
Aunque el primer trimestre del 2025 mostró un flujo positivo de capitales foráneos, entre abril y noviembre se registró un retiro de 160 mil 858 millones de pesos, concentrándose el 84.4% de la cartera extranjera en bonos, 11.1% en Cetes y 3.7% en Udibonos.
El contraste con otros mercados emergentes es notable. Según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), en octubre ingresaron 26 mil 900 millones de dólares a mercados emergentes, mientras que México reportó una salida de 43 mil 641 millones de pesos en deuda gubernamental, reflejando la cautela de los inversionistas frente a las condiciones financieras locales.