El éxodo de inversionistas latinoamericanos hacia Miami está alcanzando niveles históricos, con algunos huyendo de la agitación regional y otros buscando rendimientos superiores a los que encuentran en sus países de origen.

JPMorgan Chase & Co. y los principales bancos brasileños han experimentado un crecimiento de activos y clientes como resultado de este éxodo, mientras que Morgan Stanley ha sido la excepción, perdiendo clientes y banqueros en Miami.

En el caso de JPMorgan, el patrimonio de clientes mexicanos gestionados en Miami ha aumentado aproximadamente un 10 % este año, con ganancias similares procedentes de Argentina, Chile, Perú y otros países de América Latina.

La entidad ha experimentado un significativo crecimiento en Miami, reclutando suficiente personal nuevo para aumentar su fuerza laboral dedicada a mexicanos en 10 %, alcanzando unos 120 empleados.

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La firma supervisa unos 180 mil millones de dólares de la región, gestionados desde centros en Miami, Houston, Nueva York y Ginebra.

Por su parte, Banco Bradesco ha aumentado su plantilla en el área de Miami y ha duplicado la riqueza bajo su custodia en Florida a 4 mil millones de dólares desde 2019.

Itaú Unibanco Holding ha visto un aumento del 10 % en la riqueza bajo su administración en la ciudad este año, alcanzando unos 24 mil millones de dólares, abriendo más de mil cuentas allí en 2023.

En contraste, Morgan Stanley ha perdido clientes y banqueros en Miami debido a una revisión de la Reserva Federal de las medidas de la firma para evitar un posible lavado de dinero por parte de clientes adinerados de fuera de Estados Unidos; la firma cerró algunas cuentas y dejó de abrir otras nuevas de clientes latinoamericanos.