Irán atraviesa una grave crisis por la escasez de agua, con las reservas de las presas que abastecen a la provincia de Teherán en su nivel más bajo en cien años, advirtió este domingo la Compañía de Agua y Aguas Residuales (ABFA).

Las autoridades atribuyen la emergencia a una prolongada sequía de cinco años y a una reducción histórica de las precipitaciones.

Según datos oficiales, las presas que abastecen a la capital acumulan actualmente 414 millones de metros cúbicos de agua, cuando lo habitual en esta época del año sería más del doble. La ABFA recomendó a los habitantes de edificios instalar tanques y bombas para paliar las caídas de presión y evitar interrupciones prolongadas en el suministro.

Aunque el gobierno niega que haya cortes programados, ciudadanos de Teherán han reportado interrupciones de agua durante varias horas diarias.

Las autoridades insisten en que las molestias se deben a la baja presión del flujo, especialmente en construcciones sin sistemas de bombeo adecuados. En otras provincias como Alborz e Ilam, la situación es igualmente crítica.

La escasez de agua se ve agravada por una crisis energética paralela. Irán sufre un déficit histórico de electricidad que ha obligado a implementar cortes programados de luz, los cuales continuarán durante el verano. Las autoridades exhortan a la población a reducir el consumo para evitar mayores restricciones.