La victoria de Geert Wilders en Países Bajos ha causado conmoción y preocupación en el país y en el resto de Europa; con un discurso antiislámico y antiinmigración, Wilders ha logrado duplicar el número de votos de su partido en las elecciones parlamentarias.

Expertos políticos habían previsto un escenario diferente, con la aparición de nuevos partidos que podrían haber desviado el voto hacia el centro político, sin embargo, la victoria de Wilders ha demostrado que el populismo de derecha sigue teniendo un fuerte respaldo en la sociedad holandesa.

Las propuestas de Wilders, como el cierre de mezquitas, la prohibición del Corán y la limitación de la admisión de solicitantes de asilo, son algunas de las amenazas con las que se hizo de adeptos.

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Sumado a lo anterior, entre sus propuestas también se encuentra un referéndum vinculante sobre un “Nexit”, que significaría la salida de los Países Bajos de la Unión Europea.

Según el consultor político René Cuperus, la inmigración y la escasez de vivienda han desempeñado un papel crucial en el resultado electoral, y existe una relación entre ambos asuntos.

De acuerdo con las encuestas, la problemática de la inmigración fue el factor más relevante en la votación, lo que refleja la importancia que este tema tiene para la población holandesa.