El Gabinete de Seguridad de Israel aprobó este viernes un plan militar presentado por el primer ministro Benjamín Netanyahu para ocupar la ciudad de Gaza, como parte de una estrategia para “derrotar a Hamás”.

La decisión se tomó tras una reunión de más de diez horas y fue respaldada por mayoría de votos. El comunicado oficial indica que las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) se preparan para tomar el control del área mientras garantizan ayuda humanitaria fuera de las zonas de combate.

Además de la ocupación, el Gobierno adoptó cinco principios para poner fin al conflicto: desarme total de Hamás, retorno de los rehenes vivos o muertos, desmilitarización de Gaza, control de seguridad por parte de Israel y el establecimiento de una administración civil que excluya tanto a Hamás como a la Autoridad Palestina.

Netanyahu aclaró previamente a la cadena Fox que no pretende gobernar Gaza, sino mantener un “perímetro de seguridad” y ceder el control a fuerzas árabes sin vínculos con Hamás.

Medios israelíes informaron que el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, habría presentado un plan alternativo que fue rechazado por el gabinete por no garantizar el regreso de los rehenes ni la derrota del grupo islamista.

Aunque el comunicado oficial no lo detalla, se estima que la ofensiva incluiría una fase inicial para tomar Ciudad de Gaza y forzar el desplazamiento de un millón de personas al sur del enclave, en la zona de Mawasi.

La ONU advirtió que la implementación de este plan tendría “consecuencias catastróficas” para la población civil gazatí. Hasta ahora, las milicias palestinas mantienen a unos 50 rehenes, de los cuales Israel estima que apenas una veintena seguirían con vida.

El futuro de la Franja de Gaza más allá de la Ciudad de Gaza aún no ha sido definido por el Gobierno israelí.