Israel ha cerrado sin sanciones el 88 por ciento de las investigaciones militares sobre posibles crímenes de guerra o abusos cometidos por sus soldados desde el inicio de su ofensiva en Gaza en octubre de 2023.
Así lo denunció la organización Action on Armed Violence (AOAV), que documentó 52 casos señalados públicamente por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los cuales implican la muerte de mil 303 palestinos y al menos mil 880 personas heridas. El informe fue retomado por The Guardian, que advierte sobre un patrón de impunidad sistemática.
Entre los casos pendientes destacan la muerte de 112 civiles que hacían fila para recibir harina en Gaza en febrero de 2024, y el bombardeo en Rafah de mayo del mismo año que mató a 45 personas en un campamento de desplazados.
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También permanece sin resolución la muerte de 31 personas más en un ataque del 1 de junio, cuando las FDI abrieron fuego contra civiles en un centro de distribución de alimentos.
Los representantes de AOAV, Iain Overton y Lucas Tsantzouris, alertaron que los procesos internos israelíes han ganado opacidad, mientras la cifra de víctimas civiles sigue en aumento.
Las FDI insisten en que las investigaciones se conducen conforme al derecho internacional, pero el seguimiento independiente de estos procesos revela una falta generalizada de resultados o sanciones significativas.
Hasta ahora, sólo un reservista ha recibido condena por golpear a prisioneros atados y con los ojos vendados; fue sentenciado a siete meses. En otro caso, tras el ataque contra trabajadores humanitarios de World Central Kitchen, se destituyó a dos mandos y se amonestó a otros tres, aunque la organización denunció que la indagatoria oficial no fue creíble.
De los 46 casos restantes, 39 siguen sin resultados conocidos, incluidos cuatro incidentes mortales más ocurridos en julio de 2025.