La guerra entre Israel y Hamas ha dejado más de 20 mil palestinos muertos, lo que representa el 1 % de la población total del cónclave, y ha desplazado a más del 85 % de la población de Gaza.

Más de medio millón de personas están sufriendo de hambruna, pero la votación de una resolución sobre el envío de ayuda humanitaria ha sido postergada por el Consejo de Seguridad de la ONU debido a las negociaciones de alto nivel.

Estados Unidos rechaza un cese de fuego inmediato y la responsabilidad exclusiva de la ONU para inspeccionar los envíos de ayuda humanitaria, mientras que Israel insiste en la posibilidad de inspeccionar el transporte de materiales por razones de seguridad.

El director de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, lamentó la inacción mundial en el conflicto entre Israel y Hamás, que ha dejado una destrucción masiva y una gran cantidad de víctimas.

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El Ministerio de Salud de Gaza reportó más de 20 mil muertes y más de 53 mil heridos, sin distinguir entre civiles y combatientes, además, Israel afirma que ha matado a miles de milicianos de Hamas, aunque no ha presentado pruebas.

La situación de hambre en Gaza es descrita como peor que las crisis en Afganistán y Yemen, con un riesgo creciente de hambruna debido a la escasez de ayuda.

La guerra ha colapsado el sistema de salud, dejando solo nueve de 36 instalaciones médicas parcialmente funcionales, con un aumento de enfermedades infecciosas, y condiciones “insoportables” en hospitales en el norte de Gaza.

Las fuerzas israelíes han allanado instalaciones médicas, deteniendo a personal de ambulancias y médicos, lo que ha generado preocupación por la asistencia médica en la región.