Pese a la orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de detener la operación militar sobre Rafah, Israel persistió ayer con los bombardeos en la ciudad del sur y otras áreas de la franja de Gaza, resultando en decenas de muertos.

En respuesta, España subrayó la obligatoriedad de acatar las medidas dictadas por la CIJ. El canciller español, José Manuel Albares, recordó a Israel la vinculación de las medidas cautelares del tribunal, llamando al cese al fuego, liberación de rehenes y acceso a la asistencia humanitaria.

La CIJ, máxima instancia judicial de la ONU, ordenó a Israel detener sus acciones en Rafah y cualquier acto que pueda poner en peligro a la población palestina en Gaza.

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Además, solicitó la apertura del paso fronterizo entre Egipto y Gaza en Rafah para facilitar la ayuda humanitaria.

A pesar de las demandas de la CIJ, ni Israel ni Hamás han respondido a sus requerimientos. Según el Ministerio de Salud gazatí, la cifra de muertos en Palestina asciende a 35 mil 903 debido al conflicto en curso.

Por otro lado, la distribución de ayuda humanitaria a través de un muelle flotante estadounidense se vio afectada tras un incidente que provocó el desprendimiento de una parte de la estructura y el encallamiento de cuatro buques militares debido al oleaje frente a las costas de Gaza.