Las fuerzas israelíes recrudecieron su ofensiva contra la ciudad de Gaza con algunos de los ataques más feroces de las últimas semanas, mientras se preparan para una operación que obligaría al desplazamiento de cerca de un millón de personas.
La escalada se da pese a la aceptación de Hamas de la tregua propuesta por Egipto, Qatar y Estados Unidos, a la que Israel aún no responde.
Según el Ministerio de Salud del enclave, al menos 81 palestinos, incluidos 30 solicitantes de ayuda, murieron desde el amanecer del miércoles, sumándose a más de 62 mil decesos desde el inicio de la ofensiva el 7 de octubre de 2023.
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La crisis humanitaria empeora: tres personas fallecieron por hambre en las últimas horas, elevando a 269 las muertes ligadas a la escasez de alimentos.
El ministro de Defensa, Israel Katz, confirmó la convocatoria de 60 mil reservistas y la extensión del servicio para otros 20 mil, pese a las presiones internacionales para detener la operación.
Netanyahu ordenó acelerar la captura de los bastiones de Hamas y al mismo tiempo aprobó la construcción de 3 mil 400 asentamientos en Cisjordania, medida condenada por países europeos y árabes.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que la ofensiva israelí sólo conducirá “al desastre” y arrastrará a la región a un ciclo de guerra permanente. Alemania, Reino Unido, Bélgica y Jordania también reprobaron los planes israelíes.