El ejército israelí lanzó un ataque aéreo contra un grupo de combatientes, a quienes se refirió como “terroristas” que intentaban ocultar un artefacto explosivo cerca de las tropas.

El incidente se suma al aumento de las tensiones tras el fin de la primera fase del alto el fuego, que inicialmente había aliviado la situación después de 15 meses de intensos combates.

Hamás ha llamado a negociaciones inmediatas sobre la segunda fase del alto el fuego, buscando un fin definitivo de la guerra que incluya la retirada total de Israel de Gaza, el fin del bloqueo, la reconstrucción del territorio y apoyo financiero.

“Hacemos hincapié en la urgencia de forzar a la ocupación a iniciar inmediatamente las negociaciones de la segunda fase bajo los parámetros acordados”, declaró Mahmud Mardawi, un dirigente de Hamás, a la AFP.

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Sin embargo, Israel prefiere prorrogar la primera fase hasta mediados de abril; además, decidió cortar nuevamente la entrada de ayuda humanitaria al territorio, exacerbando una crisis humanitaria ya grave

“Hasta la fecha, solo se ha permitido la entrada del 10 % de los suministros médicos necesarios, exacerbando la crisis”, dijo el portavoz del ministerio de salud de Gaza, Jalil al Dakran.

Durante el fin de semana, representantes de Hamás se reunieron con mediadores en El Cairo para buscar la reanudación de las entregas de ayuda humanitaria “sin restricciones ni condiciones”.

La tregua inicial, de seis semanas, permitió el intercambio de 25 rehenes israelíes vivos y ocho fallecidos por mil 800 prisioneros palestinos. También permitió la entrada de alimentos y asistencia médica.

La campaña de Israel ha dejado hasta ahora 48 mil 458 muertos en Gaza, según el ministerio de salud del territorio, cifras consideradas fiables por Naciones Unidas.