En un ataque con drones israelíes en los suburbios de Beirut, Líbano, resultó muerto Saleh Al-Arouri, líder de Hamás, identificado como el cerebro detrás del brazo armado del grupo en Cisjordania.

Se trató del primer ataque de Israel en contra de la capital libanesa en casi 20 años.

El primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, calificó el ataque como un “nuevo crimen israelí” y llamó a las partes involucradas a presionar a Israel para detener sus ataques.

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Seis personas murieron en una explosión en un edificio de apartamentos en el barrio de Musharafiye, un área de apoyo para Hezbolá.

Dicho grupo, respaldado por Irán, ha tenido enfrentamientos con Israel en la frontera del Líbano en apoyo a Hamás.

Al-Arouri fue arrestado por Israel en 1992 y condenado a 15 años de prisión; tras ser liberado en 2007, fue nuevamente detenido por tres años antes de ser exiliado en 2010.

Israel lo acusa de planear ataques militantes de Hamás en Cisjordania e Israel, y de actuar como enlace entre el grupo y sus aliados Irán y Hezbolá.