El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reveló que desde noviembre de 2024 ordenó la preparación de un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán.

En declaraciones recientes, el mandatario explicó que la operación no fue una decisión improvisada, sino un plan cuidadosamente elaborado con el objetivo de “eliminar el programa nuclear iraní”, que considera una amenaza directa para la existencia de su país.

Netanyahu detalló que la orden se emitió poco después del asesinato del entonces líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ocurrido en septiembre pasado durante un bombardeo israelí. Indicó que el operativo estaba originalmente programado para abril de 2025, pero no se ejecutó en esa fecha por razones que no fueron especificadas.

El mandatario subrayó que, si Irán logra desarrollar armamento nuclear, “simplemente no estaremos aquí”.

El jefe de gobierno israelí también acusó a Teherán de acelerar la producción de misiles balísticos, con la meta de fabricar hasta 300 unidades al mes. “Eso significa 10 mil misiles en tres años, 20 mil en seis, cada uno con una tonelada de explosivos”, dijo, calificando este escenario como una amenaza existencial para Israel.

Pidió a la población evitar caer en la euforia, advirtiendo que se podrían registrar “ataques muy graves, en oleadas” como represalia por parte de Irán.

La ofensiva se concretó la noche del jueves al viernes, con un bombardeo masivo sobre territorio iraní. Netanyahu afirmó que Israel “ha atacado el corazón del programa nuclear de Irán” y expresó su esperanza de contar con el apoyo de Estados Unidos.

En respuesta, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí, prometió un “duro castigo” y su gobierno solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el tema.