El Parlamento de Israel aprobó dos leyes que prohíben las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) en ese país y en las zonas ocupadas bajo su control.

Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí garantizó que la entrada de la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza no se verá afectada.

Las dos leyes entrarán en vigor dentro de tres meses y limitan su capacidad operativa en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania y Gaza.

El segundo proyecto que aprobó Israel prohíbe a cualquier funcionario o entidad pública israelí establecer contacto con la UNRWA o sus empleados, lo que dificulta su labor sobre el terreno en los territorios palestinos.

El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha puesto en valor desde el estallido de la guerra el trabajo de la agencia en tareas de distribución de la ayuda humanitaria.

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Israel no emitirá permisos de entrada a la Franja, ni facilitará la coordinación existente hasta ahora con el Ejército o procesará pagos mediante entidades bancarias israelíes.

La medida surge de las acusaciones que vertieron en enero sobre 12 trabajadores de la agencia, a quienes vincularon con la matanza de Hamás del 7 de octubre.

La agencia respondió de inmediato abriendo una investigación interna y despidiéndolos, pese a que Israel nunca llegó a presentar pruebas contundentes.

La UNRWA fue establecida en 1950 por la ONU y presta servicios sociales a más de cinco millones de refugiados palestinos que viven ahora en la Franja de Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania.