El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, admitió que Israel fue responsable de los ataques con buscapersonas y walkie-talkies que ocurrieron en septiembre en Líbano, que dejaron al menos 40 muertos y más de tres mil 500 heridos.

Netanyahu lo confirmó durante un discurso en el que también aludió a la eliminación del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, insinuando que la operación se ejecutó a pesar de la oposición de altos funcionarios del Ministerio de Defensa.

Ese comentario pareció una crítica velada hacia el recientemente destituido ministro de Defensa, Yoav Gallant.

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“La operación con buscapersonas y la eliminación del líder de Hezbolá se llevaron a cabo a pesar de la oposición de altos funcionarios del estamento de Defensa y sus responsables en el escalafón político”, afirmó Netanyahu.

Inicialmente, las explosiones del 17 y 18 de septiembre habían sido atribuídas a un ataque cibernético.

Sin embargo, información proporcionada por funcionarios estadounidenses al “New York Times” revela que la inteligencia israelí había ocultado material explosivo en un nuevo lote de aproximadamente tres mil buscapersonas importados a Líbano.

Las explosiones se produjeron tras la activación remota de dispositivos que contenían entre 30 y 60 gramos de explosivo, que fueron distribuidos por Hezbolá entre sus miembros en Líbano, Siria e Irán.