El ejército israelí retiró sus fuerzas del sur de Gaza, marcando el final de seis meses de guerra devastadora entre Israel y el grupo islamista Hamás; al mismo tiempo, se espera que se reanuden las negociaciones para alcanzar un alto el fuego.
Aunque la mayoría de las tropas se retiraron, el ejército indicó que una “fuerza significativa” permanecerá en Gaza para llevar a cabo operaciones específicas basadas en inteligencia.
La guerra de seis meses ha dejado el territorio palestino en ruinas, y la mayoría de sus 2.4 millones de habitantes se encuentran al borde de la hambruna, según la ONU.
Los combates han destruido la principal localidad de la zona, Jan Yunis, que es también la ciudad natal del líder de Hamás, Yahya Sinwar.
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La Casa Blanca describió el retiro como un “receso”, afirmando que las tropas israelíes han estado en el terreno durante cuatro meses y que necesitan descansar y reabastecerse.
La ofensiva aérea y terrestre de Israel ha provocado al menos 33 mil 175 muertes en Gaza, de acuerdo con el último informe del Ministerio de Salud del territorio, que está bajo el control de Hamás desde 2007.
El conflicto también ha dejado a miles de desplazados internos, la mayoría de los cuales se han refugiado en Rafah, cerca de la frontera cerrada con Egipto. Según la ONU, alrededor de 1.5 millones de palestinos se encuentran hacinados en esa localidad.
Tras el inicio de la ofensiva en Gaza, Israel impuso un asedio “completo” al territorio, dificultando la entrada de agua, comida, combustible y suministros alimenticios.