Luego de la victoria de la izquierda en las elecciones legislativas francesas, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta, la polémica surge ante la decisión del presidente Emmanuel Macron de posponer la formación de gobierno hasta alcanzar una “mayoría sólida”.

La izquierda francesa, representada por el Nuevo Frente Popular (NFP), coalición que reúne a ecologistas, socialistas, comunistas y la izquierda radical, ha manifestado su descontento frente a la postura de Macron.

Después de quedar en primer lugar con entre 190 y 195 escaños, el NFP ha exigido que se nombre un primer ministro procedente de sus filas.

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En una carta dirigida al pueblo y publicada en la prensa regional, el mandatario aseguró que nadie obtuvo una victoria contundente en los comicios y llamó a todas las fuerzas políticas a trabajar juntas para construir una mayoría sólida y plural en el Parlamento.

Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional y adelantó las elecciones legislativas tras el triunfo de la ultraderecha en las elecciones europeas. La alianza de centroderecha liderada por Macron consiguió alrededor de 160 escaños, mientras que la extrema derecha alcanzó más de 140.

Ante la falta de una formación definitiva del nuevo gobierno, Macron ha solicitado a su actual primer ministro, Gabriel Attal, que se mantenga en el cargo “por el momento” para garantizar la estabilidad del país en este período de transición política.