En un nuevo llamado a la acción, la comunidad p’urhépecha de Jarácuaro exigió a los gobiernos estatal y federal intervenir de manera urgente para frenar el deterioro del Lago de Pátzcuaro, uno de los ecosistemas más emblemáticos de Michoacán.
El Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) solicitó, entre otras medidas, la construcción de un puente que sustituya al terraplén que, desde los años 80, conecta a la isla con tierra firme y que, según denuncian, bloqueó el flujo natural de los manantiales.
Durante una conferencia de prensa, Pavel Ulianov Guzmán Macario, vocero del CSIM, recordó que Jarácuaro es una comunidad con más de mil 500 años de antigüedad, profundamente ligada al lago, tanto en lo espiritual como en lo económico y cultural.
El vocero señaló que la degradación ambiental de la cuenca ha impactado directamente a las comunidades ribereñas, cuyos habitantes viven de la pesca, la agricultura y el turismo tradicional.

Estudios realizados por académicos de la UNAM y la UMSNH advierten que el Lago de Pátzcuaro ha perdido más del 40 % de su volumen en las últimas tres décadas, con una reducción alarmante en la calidad del agua debido al azolvamiento, descargas residuales sin tratar y la interrupción de flujos hídricos naturales.
Organizaciones ambientales han advertido que, de no tomarse medidas estructurales inmediatas, el ecosistema del lago podría entrar en una fase irreversible de colapso.