El exgobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, anunció este jueves su renuncia al Partido Acción Nacional (PAN) después de 41 años de militancia.

Corral aseguró que su decisión fue el resultado de un largo proceso de reflexión y maduración y en una carta dirigida al líder nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, expresó su profunda decepción por el rumbo que ha tomado el partido.

“Siento orgullo de haber militado 41 años en el que durante mucho tiempo fue el mejor partido político de México, pero lamentablemente ya no es. De hecho, su actual fisonomía y actuar lo hacen irreconocible frente a sus propios principios y valores éticos. EI PAN que nos convocó ya no existe”, afirmó el exgobernador.

“He decidido apartarme de sus filas, quedarme -considero-, sería en cierto modo traicionar el origen y los principios ideológicos que le dieron forma, ser cómplice de su degradación (…) Esa batalla está perdida, porque la evolución es cada vez hacia lo peor; se han enquistado la simulación, la mentira y la hipocresía. Nunca en la historia de esta institución habíamos tenido dirigentes tan mediocres y cínicos como los de ahora”, añadió.

“Tras estrepitosas derrotas electorales se ha sofocado cualquier análisis y todavía es hora que no se reconoce la enorme responsabilidad que se ha tenido en el deterioro de las instituciones y el agravamiento de los problemas sociales”, continuó.

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Corral describió como “una vergüenza infinita terminar fundidos con el PRI más corrupto de la historia (…) Ninguna razón política, ni lealtad institucional puede hacer compatible con la integridad personal, apoyar esa alianza que la única utilidad práctica que tendrá será reinstalar en el Congreso a varios de los personajes más cuestionados de ambos partidos”, apuntó.

“Es una alianza que considero la más grande traición a su origen y destino históricos, tan es así que de manera muy clara y contundente lo rechaza la mayoría de la población”, advirtió.

El expanista aseguró que “esta circunstancia ha dado pie a que un grupo de empresarios que han sabido tripular la medianía y las debilidades éticas de los dirigentes partidistas, aprovechen el escenario para la manipulación del partido, y para impulsar desde ahí su agenda y la defensa estricta de sus intereses económicos”.

“Se le volvió a abrir la puerta a los sectores más reaccionarios, atrasados, con posturas antiderechos (…) En su lugar, la extrema derecha ha aprovechado no sólo la debilidad institucional, sino la polarización política y el encono que vive el país para imponer su visión y propuestas sectarias en documentos programáticos y plataformas electorales”, manifestó.