La inmortalidad de Juan Gabriel se va a demostrar una vez más el próximo 22 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México, cuando se proyecte el concierto que celebró el 31 agosto de 2013 en el Palacio de Bellas Artes, del cual se desprendió el disco “Mis 40 en Bellas Artes”.
La semana pasada, ese mismo concierto se proyectó en el foro al aire libre de la Cineteca Nacional; sin embargo, los organizadores no calcularon el fervor que iba a causar entre los espectadores, quienes colmaron el recinto, dejando a otras centenas más en las calles aledañas. Había una segunda fecha programada, pero a fin de evitar otra aglomeración, se canceló y ahora se optó por exhibirlo en un lugar que no tendrá problemas en cuanto al cupo.
Te puede interesar: Google celebra con doodle a Juan Gabriel por “El Palo”
Juan Gabriel, uno de los máximos ídolos de la canción popular en México, se presentó por primera vez en el Palacio de Bellas Artes en 1990, lo que desató la furia de la comunidad artística conservadora, que criticó que un baladista pisara un edificio acostumbrado a la música culta. Con todo y eso, los boletos se agotaron y el concierto fue un éxito, con miles de personas disfrutando al cantante acompañado de la Orquesta Sinfónica Nacional.
En 1997, el llamado “Divo de Juárez” volvió a Bellas Artes, esta vez para grabar un disco por sus 25 años de carrera. La tercera y última aparición en vivo del cantautor en este emblemático inmueble ocurrió en 2013, ahora para festejar cuatro décadas de carrera. El recital, disponible en plataformas digitales, arranca con “Obertura Parácuaro”, un homenaje al pueblo michoacano que lo vio nacer, para después seguir con “Mi Pueblito”, “Querida” y “Me nace del corazón”.
Gobernadores de Michoacán y Chihuahua pagaron el concierto
El concierto de 2013 dejó un disco y su respectivo video para la posteridad, pero también una fuerte polémica en cuanto a las fuentes de financiamiento. No se trató de un espectáculo abierto al público, sino más bien de una presentación privada para invitados especiales. Quienes corrieron con los gastos fueron los gobiernos de Michoacán y Chihuahua, encabezados en ese entonces por Jesús Reyna García y César Duarte, respectivamente. La representante del cantautor, Silvia Urquidi, aclaró en su momento que ambos mandatarios pagaron por el show y rentaron Bellas Artes, sin que nunca se supiera el costo para el erario de ambas entidades.
Tan solo ocho meses después del histórico concierto, Jesús Reyna fue detenido en Michoacán acusado de tener vínculos con el narcotráfico, permaneciendo en prisión por más de cuatro años, hasta que la entonces Procuraduría General de la República desistió de sus acusaciones.
Por su parte, César Duarte fue capturado en 2020 por autoridades de Estados Unidos y dos años después se obtuvo su extradición a México. Se le acusó de peculado y asociación delictuosa, delitos por los que actualmente sigue un proceso judicial en libertad condicional.