La jueza federal Kathleen Williams, del Distrito Sur de Florida, ordenó la suspensión inmediata de la construcción del centro de detención migratoria conocido como “Alligator Alcatraz”, ubicado en los Everglades, al oeste de Miami.
La medida, con vigencia de 14 días, responde a una demanda presentada por grupos ambientalistas, entre ellos Friends of The Everglades, la Tribu Miccosukee y el Center for Biological Diversity, quienes argumentan graves afectaciones al ecosistema.
Según los demandantes, la instalación, abierta el pasado 3 de julio con capacidad para dos mil personas y planeada para duplicarse, fue construida de forma acelerada, sin una evaluación de impacto ambiental.
Señalan que el sitio pone en riesgo a 36 especies amenazadas, como la pantera floridana, la cigüeña de madera y el caimán americano. La jueza autorizó que continúe la operación del centro, pero prohibió nuevas obras como cercado, pavimentación o excavaciones.
Eve Samples, directora de Friends of The Everglades, celebró la decisión judicial y reiteró su objetivo de frenar el “daño mayor” al único ecosistema de los Everglades.
La preocupación de los grupos aumentó luego de que el gobernador Ron DeSantis anunciara el inicio de vuelos de deportación desde un antiguo aeropuerto del lugar, con al menos 600 migrantes expulsados hasta la fecha.
La jueza Williams permitirá que avance la demanda presentada el 27 de junio, mientras se desarrollan las audiencias correspondientes.
Este proceso judicial se mantiene independiente de otro litigio que encabeza la ACLU en defensa de migrantes detenidos en el mismo centro, donde se denuncian presuntas violaciones a derechos humanos.