La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, viajará este viernes a Carolina del Norte, donde propondrá una prohibición federal sobre la manipulación de precios de los alimentos.

Será su primer discurso de política económica como aspirante demócrata a la Casa Blanca, en un momento en que la inflación y los costos de vida se han convertido en preocupaciones principales para los ciudadanos.

De acuerdo con un comunicado emitido por su campaña, la propuesta de Harris busca impedir que las empresas del sector alimentario aumenten injustificadamente los precios, en un intento por proteger a los consumidores de prácticas comerciales abusivas.

La vicepresidenta pretende establecer lo que sería la primera prohibición federal a la especulación de precios de alimentos en sus primeros 100 días de gobierno, de ser electa presidenta.

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El plan contempla la habilitación de herramientas para que los fiscales generales de los estados y la Comisión Federal de Comercio (FTC) puedan investigar y sancionar a las empresas que infrinjan la nueva normativa.

Sin embargo, la confianza en Harris para manejar la economía se muestra dividida. Una reciente encuesta de NPR y PBS revela que el 51 % de los encuestados opina que el expresidente Donald Trump sería más eficaz en la gestión económica, mientras que un 48 % se decanta por Harris.

El discurso de Harris también tiene una carga simbólica importante, dado que Carolina del Norte es un estado clave en las futuras elecciones.

Si bien ha votado al candidato presidencial republicano en la mayoría de las ocasiones durante el último medio siglo, las excepciones de Barack Obama en 2008 y Jimmy Carter en 1976 mantienen abierta la esperanza demócrata.