El expresidente Barack Obama respaldó públicamente la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris para la nominación presidencial demócrata.

Obama se había mantenido al margen mientras varios demócratas le daban su apoyo a Harris desde todos los rincones del partido tras la retirada del presidente Biden de la contienda.

La campaña de Harris publicó un video de una llamada telefónica entre Harris, Obama y Michelle Obama, la exprimera dama, que tuvo lugar el miércoles mientras la vicepresidenta se encontraba en Indianápolis.

“Llamamos para decir que Michelle y yo no podríamos estar más orgullosos de respaldarte y de hacer todo lo posible para que superes estas elecciones y llegues al Despacho Oval”, señaló Obama.

Harris respondió: “¡Gracias a los dos! Significa mucho para mí. Y también vamos a divertirnos con esto, ¿no?”.

Los Obama emitieron un comunicado en el que decían que “harían todo lo posible para que Kamala Harris sea elegida como la próxima presidenta de Estados Unidos”. Y añadieron: “Y esperamos que te unas a nosotros”.

La vicepresidenta no tardó en obtener el apoyo del expresidente Bill Clinton y Hillary Clinton, la candidata presidencial del partido en 2016; de los líderes demócratas; de la gran mayoría de las asambleas demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado, y de todos los gobernadores demócratas del país.

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El lunes por la noche, ya había asegurado el apoyo de suficientes delegados demócratas para convertirse en la candidata del partido.

Los republicanos interpretaron el hecho de que Obama no dijera nada de Harris el domingo como un desaire. Sin embargo, personas cercanas al expresidente le restaron importancia a esto y dijeron que él no tenía en mente a ningún candidato alternativo.

Añadieron que un apoyo inmediato por parte de Obama podría haber generado críticas de que un abrupto respaldo para Harris fuera como una coronación, en lugar del mejor consenso posible en circunstancias difíciles.

En 2020, Obama también se resistió a las presiones de los asesores de Biden para que apoyara a su exvicepresidente en las primarias demócratas, antes de que el senador Bernie Sanders, de Vermont, abandonara la campaña. Obama dijo entonces que no quería “inclinar la balanza”.

Harris, que ha roto barreras al ser la primera mujer de color que ocupa el cargo de fiscal general de California y que fue la segunda mujer de color electa para el Senado, tiene ahora la oportunidad de seguir la trayectoria presidencial del expresidente. De ser elegida, sería la primera mujer, la primera mujer de color y la primera persona de ascendencia sudasiática en ganar la Casa Blanca.