Kiev enfrentó la madrugada más devastadora desde el inicio de la guerra, cuando Rusia lanzó su mayor ataque aéreo hasta la fecha, con 805 drones y 13 misiles, provocando incendios en el principal edificio gubernamental y dejando al menos cuatro muertos, entre ellos un bebé, informó el gobierno ucraniano.
El presidente Volodymir Zelensky detalló que los ataques afectaron también las ciudades de Zaporiyia, Krivói Rog y Odesa, así como las regiones de Sumy y Chérnigov, y llamó a Occidente a reforzar la defensa aérea de Ucrania.
“Tales matanzas ahora, cuando la diplomacia real podría haber comenzado hace tiempo, son un crimen deliberado”, afirmó.
Testigos reportaron un espeso humo en el histórico distrito de Pecherskyi y daños en edificios residenciales cercanos.
Decenas de vecinos, envueltos en mantas, inspeccionaron sus hogares mientras los equipos de rescate trabajaban para controlar las llamas. El ataque también subrayó el pesimismo entre aliados sobre un posible fin pronto del conflicto.
La primera ministra Yulia Svyrydenko señaló que era la primera vez que el principal edificio gubernamental de Kiev era alcanzado, mientras que el primer ministro polaco Donald Tusk advirtió que los intentos de apaciguar a Putin carecen de sentido.
La defensa ucraniana logró derribar 751 drones y cuatro misiles, mientras que Rusia aseguró atacar objetivos militares e infraestructura, negando daños a civiles.