La Atlántida, una isla legendaria perdida en el océano Atlántico, ubicada al oeste del estrecho de Gibraltar, es un mito que ha capturado la imaginación de filósofos, exploradores, buscadores de tesoros e historiadores a lo largo del tiempo.

A lo largo de la historia, numerosas personas se han dedicado a investigar y buscar pistas sobre la Atlántida, también conocida como el “continente perdido”. Las principales referencias acerca de esta civilización provienen de dos diálogos escritos por el filósofo griego Platón en el siglo IV a.C., llamados Timeo y Critias.

En Timeo, Platón relata cómo sacerdotes egipcios compartieron con el legislador ateniense Solón la descripción de la Atlántida como una isla de dimensiones colosales, mayor que Asia Menor y Libia juntas, situada más allá de las Columnas de Hércules (el Estrecho de Gibraltar).

En sus diálogos, Platón se refiere a la isla como Atlantis nêsos, o la “isla de Atlas”, presentándola como una civilización ficticia que complementa a Atenas en Grecia.

Según la narrativa de Platón, la Atlántida era una sociedad avanzada que colapsó tras la ambición de sus gobernantes, quienes intentaron invadir Grecia. Los poderosos príncipes de la isla conquistaron extensas tierras mediterráneas, pero finalmente fueron vencidos. En represalia por la arrogancia de sus líderes, los dioses castigaron a la Atlántida con desastres naturales, hundiéndola en el mar y destruyendo todo su poderío.

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Centurias después de la muerte de Platón, la historia de la Atlántida resurgió en primer lugar en textos de filósofos cristianos y judíos. Sin embargo, cobró mayor relevancia más adelante en las obras especulativas del escritor británico Sir Francis Bacon, con su libro New Atlantis: The Great Instauration (Nueva Atlántida: la gran instauración).

En la actualidad, existen numerosas teorías sobre la ubicación de la legendaria isla de la Atlántida: ya sea en medio del océano Atlántico, en el mar Mediterráneo, más cerca de la costa de España o incluso bajo lo que hoy es la Antártida.

Después del Renacimiento, por ejemplo, se intentó asociar la Atlántida con el continente americano, Escandinavia y las Islas Canarias en España.

La historia de la Atlántida se difundió no solo a través del mito creado por Platón. Una erupción volcánica en la isla de Thera, ocurrida alrededor del año 1500 a.C. y considerada una de las más impresionantes de la historia, provocó una serie de terremotos y tsunamis que afectaron la civilización de Creta, lo que podría ser otro posible origen del mito de la Atlántida difundido por los egipcios.

A pesar de que muchos escritores, cineastas, filósofos e incluso arqueólogos siguen considerando la existencia de la antigua isla de la Atlántida, los estudiosos sostienen que se trata de una leyenda y que Platón posiblemente la creó como una representación filosófica de una sociedad utópica.