La dictadura sindical de Ferreyra Piñón frente al Staspe
evangelio | 12 diciembre, 2023

En enero de 2024, Antonio Ferreyra Piñón irá por su quinta reelección frente al Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (Staspe).

El dirigente estatal cumplirá 20 años frente de la expresión sindical y se vaticina que alcanzará otro mandato de cuatro años.

Durante la última asamblea, celebrada el 4 de diciembre de 2023, Ferreyra anunció sus intenciones de buscar su sexto periodo al frente del sindicato.

En el acto, varios inconformes se refirieron en torno a la concentración del poder sindical, pero fueron ignorados y silenciados por la dirigencia del Staspe.

En esas dos décadas, la dictadura de Ferreyra ha suprimido a cualquier grupo que intente posicionarse para contender en el proceso de elección para la dirigencia estatal.

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La única planilla que siempre se presenta, se registra y se vota es la Planilla Verde, bajo el liderazgo del “eterno líder”.

Los señalamientos por irregularidades no han faltado: en 2015, Rosalío Manríquez Coss y Jorge González Coss, exmiembros del Staspe, denunciaron ante medios de comunicación las anomalías en los procesos de reelección de Ferreyra Piñón.

Advirtieron sobre modificaciones a modo de los estatutos del sindicato, que desde 2008 le permitieron a Antonio Ferreyra renovarse y mantenerse en el poder. Por ello, buscará ampliar a 24 años su estancia en el cargo.

Ferreyra Piñón es el personaje más longevo dentro de la expresión sindical. Arribó a la cúpula del Staspe en 1992, cuando fue nombrado secretario de organización, considerado como el segundo cargo de mayor relevancia dentro de la agrupación.

En 2004, Carlos Pintor fue relevado de la dirigencia del Staspe tras permanecer 12 años al frente. La principal queja de los grupos internos de la época era la constante reelección de los líderes sindicales y la concentración del poder.

Ferreyra Piñón emergió del movimiento como uno de los principales críticos del cacicazgo sindical, incluso el lema en el movimiento fue “No a la reelección”.

Desde 2004, con la llegada de Ferreyra, prácticamente todos los gobernadores de Michoacán que han recibido hasta dos emplazamientos a huelga.

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