En los últimos tres años, más de 100 hectáreas de bosques ubicados en el sur de Morelia han sido devastadas como consecuencia de la expansión desmedida de desarrollos inmobiliarios.

Entre ellos, el proyecto conocido como Bosque Monarca y otros tres asentamientos han continuado su crecimiento pese a operar en la ilegalidad, según denuncias realizadas por organizaciones ambientalistas.

Esa situación ha encendido las alarmas por el impacto ambiental en una de las zonas clave para la recarga de los acuíferos locales.

Activistas del Movimiento en Defensa de la Loma de Santa María señalaron que las autoridades, incluyendo al Ayuntamiento de Morelia, dependencias ambientales estatales y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), han incurrido en omisiones que han permitido la expansión de dichos proyectos.

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Además, alertaron sobre la reducción de la cuenca del río Chiquito, un fenómeno que podría comprometer gravemente el abastecimiento hídrico para la región.

Las denuncias apuntan también a actos de corrupción que han facilitado la aprobación y ejecución de los proyectos inmobiliarios en áreas protegidas.

Ante ese panorama, los defensores del medio ambiente exigen la intervención inmediata de las autoridades para detener la construcción de los desarrollos en cuestión.

Subrayan la necesidad de priorizar la conservación de los bosques y los recursos hídricos, vitales para garantizar el equilibrio ecológico y el bienestar de la población.

La comunidad ha manifestado que continuarán presionando hasta que se implementen acciones concretas para frenar lo que califican como una amenaza directa al patrimonio natural de Morelia.