La Inteligencia Artificial (IA) penetra al mundo del cine a pasos agigantados, aunque en México y América Latina el asunto se concentra más en términos de edición y efectos especiales, sin que hasta el momento se hable de sustitución de actores o pérdidas masivas de empleo ante herramientas automatizadas.

Flavio Pedota, productor y director de cine venezolano, ejemplifica en entrevista que la IA ahorra un 90 % de trabajo en pasos como el tracking para planos de efectos visuales, calculando aspectos como la distancia de cámara y la distancia focal.

La tecnología de este tipo ya permite la generación de imágenes, sobre todo cuando se quieren agregar efectos especiales, lo que sin embargo aún requiere de la supervisión humana que lo lleve a un nivel de perfección.

El integrante de la empresa Eterno VFX, donde se han producido series y películas, añade que otra revolución está sucediendo en la limpieza de diálogos, lo que prácticamente ha borrado la labor que hacían personas para esta etapa de la posproducción.

Te puede interesar: ¿En qué consiste el acuerdo para regular la inteligencia artificial?

“La IA te quita casi el 100 % ruidos externos, un proceso que hasta hace poco era artesanal y que ahora te da una efectividad impresionante, se soluciona en dos clics”, explica.

A esto hay que añadir los procesos de subtitulaje. Estas herramientas lo solucionan con un 95 % de confianza sin importar el idioma de que se trate, y algo similar comienza a verse con el doblaje, lo que sí es una amenaza en el corto plazo para actores y actrices especializados.

En octubre del año pasado la empresa ElevenLabs lanzó la herramienta de doblaje conocida como “AI Dubbing”, capacitada para reemplazar la voz de cualquier actor original por una idéntica en más de 20 idiomas. La clonación no solo traduce, sino que calca intenciones, matices, patrones y en general la identidad de la persona en cuestión.

Hasta el momento, el uso de este tipo de herramientas se ha enfocado más a videojuegos y producciones audiovisuales de consumo casero, pero las películas que vemos en el cine podrían comenzar a doblarse así en un futuro cercano.

Flavio no ve la llegada de la IA sólo como una amenaza, pues revela que también sirve para agilizar procesos internos en las producciones, como lo es el casting, ya que esta tecnología agiliza las elecciones, detecta si una imagen es real o está alterada, o analiza con prontitud la actividad en redes sociales del o la aspirante a quedarse con el papel ofrecido.

El lado positivo del tema es que cada vez serán más las personas que puedan realizar trabajos audiovisuales, lo que de alguna manera lo democratiza o lo hace menos elitista. Sin embargo, nos podríamos enfrentar a mucho material desechable en cuanto a calidad narrativa: “Ya se siente que algo está cambiando, es una revolución, pero no quiero verlo como amenaza, sino como una oportunidad para esas personas que se distinguen por un trabajo diferenciador”.

Por lo pronto, las casas productoras de VFX deben estar vinculadas sí o sí a la IA, algo que ha causado que si hace 10 años contaban con una nómina de 100 personas, ahora se reduzca a 15.

“Es una locura, pero el que tenga algo qué contar y sepa cómo hacerlo, no tiene nada qué temer”, dice.

En el cine de Hollywood hay temores fundados porque tecnologías de IA sustituyan imágenes y voces, que las llamadas deep fakes nos traigan cintas de Tom Cruise y Nicole Kidman sin Tom Cruise ni Nicole Kidman, un episodio a lo Black Mirror que pareciera lejano, pero que ya formó parte de las protestas en la huelga de la industria el año pasado.