La miopía amenaza con afectar a la mitad del planeta
evangelio | 20 abril, 2025

La miopía, un problema visual que dificulta enfocar objetos lejanos, se está convirtiendo en una epidemia global silenciosa.

Lejos de ser solo un problema hereditario, factores como el uso excesivo de pantallas, la falta de luz natural y los sistemas educativos intensivos están acelerando su avance.

Para 2050, se estima que casi la mitad de la población mundial será miope, lo que equivale a más de cinco mil millones de personas.

Lo alarmante es que una quinta parte de los casos podría evolucionar a miopía alta, una condición que puede causar daños permanentes en la retina e incluso ceguera.

Si bien el uso de pantallas suele ser el foco de atención, la raíz del problema se encuentra en los sistemas educativos intensivos que fomentan largas horas de estudio y poca exposición a la luz solar, especialmente en países como Japón, Corea del Sur y China.

La luz natural es indispensable para la salud ocular, ya que ayuda a liberar dopamina, un neurotransmisor que controla el crecimiento del globo ocular.

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¿Qué se puede hacer?

Aumentar la exposición a la luz natural: Al menos dos horas al día pueden reducir el riesgo de desarrollar miopía en 50 %.

Limitar el uso de pantallas en niños: La OMS recomienda evitar el uso de pantallas en menores de dos años y limitar su uso en menores de cinco.

Aplicar la regla 20-20-20: Cada 20 minutos de trabajo en pantalla, mirar algo a seis metros de distancia durante 20 segundos.

Detectar y tratar a tiempo a los niños en riesgo: Existen tratamientos médicos como gotas de atropina, lentes Ortho-K y lentes multifocales que pueden frenar la progresión de la miopía.

Taiwan ya está implementando medidas como limitar la cantidad de deberes escolares y fomentar el tiempo al aire libre, mostrando resultados prometedores.

Más allá de las gafas, la solución radica en replantear nuestro estilo de vida y hábitos educativos, permitiendo que nuestros ojos hagan lo que evolucionaron para hacer: ver a lo lejos, bajo la luz del sol y en movimiento.

Si no actuamos ahora, un futuro con la vista borrosa podría ser la nueva norma mundial.

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