La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de la actividad física regular en la promoción de una buena salud y el bienestar general.
Mientras que el ejercicio constante aporta numerosos beneficios, el sedentarismo se asocia con un incremento significativo en los riesgos de afecciones graves y deterioro de la calidad de vida.
La actividad física es fundamental para la prevención y manejo de diversas enfermedades como las cardiopatías, la diabetes tipo 2 y el cáncer. Asimismo, contribuye a reducir síntomas de depresión y ansiedad, al tiempo que mejora la concentración, el aprendizaje y el bienestar emocional de las personas.
De acuerdo con la OMS, la inactividad física puede acarrear consecuencias perjudiciales para la salud. “Cada año podrían evitarse entre cuatro y cinco millones de muertes si todas las personas se mantuvieran más activas físicamente”, subraya el organismo.
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Sin embargo, para muchos, romper con el sedentarismo y adoptar un estilo de vida más activo puede ser un desafío. Para facilitar el proceso, la OMS ofrece una serie de recomendaciones que pueden ayudar a incorporar el ejercicio a la rutina diaria:
- Escoger un programa de ejercicios atractivo: Establecer metas, como reducir el estrés o manejar un problema de salud, puede ser motivador.
- Comenzar lentamente: Si no has estado activo por un tiempo, empezar de a poco es clave para evitar lesiones y mantenerse motivado.
- Elegir actividades que disfrutes: Ya sea baile, yoga o artes marciales, la diversión es fundamental para mantener el compromiso.
- Usar las escaleras: Optar por las escaleras en lugar del ascensor es una manera sencilla y efectiva de aumentar la actividad física diaria.
- Caminar más: Estacionar más lejos de tu destino o elegir caminar siempre que sea posible puede hacer una gran diferencia en tu nivel de actividad.
- Modificaciones en el transporte público: Bajar del autobús una parada antes y caminar el resto del trayecto es otra estrategia para añadir movimiento a tu jornada.
La OMS recomienda que los adultos realicen entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana, mientras que los niños y adolescentes deberían hacer al menos 60 minutos diarios. Sin embargo, el organismo aclara que cualquier cantidad de ejercicio físico es mejor que no hacer nada.