Más de medio siglo después de que se planteara la paradoja de Fermi, la pregunta persiste: si el universo tiene casi 14 mil millones de años, ¿por qué no hemos encontrado indicios de sociedades interestelares?
A pesar de los esfuerzos realizados por astrónomos y científicos, la ausencia de contacto con civilizaciones alienígenas sigue planteando un enigma, por lo que de las teorías que han surgido para explicar el silencio cósmico, la del “bosque oscuro” destaca como una de las más inquietantes.
Originada en el libro del autor Liu Cixin en 2008, la teoría sugiere que la razón por la que no podemos detectar civilizaciones extraterrestres es que se han ocultado deliberadamente.
Te puede interesar: Lugares que pudieron haber construido los extraterrestres
A diferencia de la humanidad, que ha comenzado a explorar el cosmos, estas sociedades avanzadas podrían haber llegado a la conclusión de que es demasiado arriesgado revelar su ubicación a potenciales enemigos.
La metáfora del bosque oscuro apunta a que cada forma de vida inteligente (ETI) en el cosmos es como un cazador armado.
Al encontrarse con otra inteligencia, solo tiene una opción: abrir fuego y eliminar al “competidor”. Liu describe ese universo como un lugar donde “el infierno son los demás”.
¿Es posible que múltiples civilizaciones hayan llegado a la misma conclusión aprehensiva, y que dicho enfoque universal sea la norma? La improbabilidad de que todas las ETI compartan esa mentalidad sugiere que deberían existir al menos algunas que, por su naturaleza, no teman al contacto.
Además, incluso si una inteligencia extraterrestre decidiera ocultarse, no hay garantía de que sus métodos sean lo suficientemente sofisticados para que su camuflaje sea efectivo.