El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que a pesar de las resistencias a la transformación que promueve su gobierno, esta se ha desarrollado sin violencia, un discurso que ha reforzado desde las últimas semanas.

Los comentarios se dan en un contexto en el que su gobierno ha sido blanco de ataques mediáticos desde diferentes frentes, y que esta semana, por primera vez en su sexenio, Palacio Nacional –donde despacha todos los días– fue objetivo de un ataque por un grupo de encapuchados que se identificaron como estudiantes de Ayotzinapa.

En conferencia de prensa matutina desde Michoacán, el mandatario dijo que ve muy difícil que los opositores regresen al gobierno, porque fue mucho tiempo, sostuvo, de abusos a los mexicanos.

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“Cuando se lleva a cabo una transformación, siempre hay resistencias, porque hay sectores que se resisten a los cambios en el país, pero se ha avanzado bastante en todos los terrenos: en lo económico, en lo político, en lo cultural, en lo social. Y eso es, precisamente, una transformación”, afirmó.

“Se logró detener la decadencia que se padecía, un proceso de degradación progresivo que inició desde 1983, y concluyó en el 2018. 36 años de una política de pillaje, conocida como neoliberalismo, una política para favorecer sólo a una minoría rapaz, e ignorar por completo al pueblo de México”, añadió.

“Eso ya no es así, ahora el protagonista principal de la vida pública de México, es el pueblo. Hay una auténtica democracia”, sostuvo.

En las últimas semanas, López Obrador ha establecido una narrativa en torno a que la oposición a su gobierno busca desprestigiarlo relacionándolo con el crimen organizado y usando casos como el de Ayotzinapa para desestabilizarlo, todo hacia el final de su sexenio y en el que la candidata Claudia Sheinbaum, de Morena, encabeza las encuestas hacia las elecciones del 2 de junio.