En el mundo mágico de Disney, los personajes cobran vida de maneras sorprendentes, tal es es caso de la villana de la película animada La Sirenita de 1989: Úrsula.
Aunque a simple vista pareciera un pulpo, contrario a la anatomía típica de ese animal, que posee ocho tentáculos, Úrsula fue creada con solo seis en la versión de Disney.
Según el animador supervisor Ruben Aquino, el equipo de Disney se inspiró en una variedad de criaturas marinas, como peces león, anguilas, peces globo, peces escorpión y mantarrayas, para dar vida a Úrsula.
A pesar de que la hechicera marina del cuento de hadas de Hans Christian Anderson originalmente tenía un papel más pequeño y carecía de nombre, los artistas tuvieron libertad creativa para imaginar su apariencia.
“Aunque parezca un pulpo, los apéndices de Úrsula, incluidos sus brazos de aspecto humano, no son tentáculos”, explica Jennifer Mather, experta en pulpos y profesora de psicología en la Universidad de Lethbridge.
Mather señala la diferencia entre tentáculos y brazos en los invertebrados, destacando que los tentáculos son extensiones elásticas con ventosas solo en los extremos, mientras que un brazo tiene ventosas a lo largo de su longitud.
Redacción: Anuncian película live action de “Popeye, el marino”
Aunque en la película de 2023 se le representó con ocho brazos bioluminiscentes, lo que es más común en calamares y sepias, su comportamiento y hábitat se asemejan más al de un pulpo.
A pesar de tener una columna vertebral, característica de vertebrados, su forma de moverse y comportarse es más similar a la de un pulpo.
Además, al igual que la mayoría de los pulpos, Úrsula vive sola, a excepción de sus morenas, que en la realidad podrían ser peligrosas para ella debido a su naturaleza depredadora hacia los cefalópodos.
En cuanto a su tonalidad, los brazos de Úrsula presentan un contraste entre el negro en la parte superior y el morado en la inferior. “Su apariencia me hace pensar en una sepia, específicamente en la sepia llamativa, que suele lucir esos tonos brillantes de morado y rosa”, agrega Mather.
“En términos de comportamiento, yo diría que se asemeja más a un pulpo”, opina Robles-Beilby.
“En cuanto a su temperamento y personalidad, no encuentro una mejor descripción que la de un pulpo travieso, que parece estar siempre planeando algo y disfruta causando caos”, finaliza.