Desde figuras tenebrosas que acechan en bosques antiguos hasta apariciones espectrales que rondan los sueños de medianoche, las historias de brujas han atrapado la curiosidad y el temor de la humanidad a lo largo de los siglos.
En la travesía por las leyendas que rodean a estas enigmáticas figuras, exploraremos los relatos escalofriantes de dos brujas cuyos mitos revelan los miedos y creencias más profundos de las sociedades que las crearon.
Yamauba: La bruja de las montañas
En las remotas montañas del noreste de Japón habita Yamauba, una figura inquietante que, a simple vista, se presenta como una anciana frágil.
No obstante, debajo de la apariencia inocente, se oculta una criatura aterradora que puede transformarse en un ser con cuernos, cabello de serpiente y una segunda boca en la parte superior de su cabeza con la que devora a sus víctimas.
La posible raíz de la leyenda de Yamauba es aún más escalofriante. Según Nyri A. Bakkalian, novelista e historiadora especializada en la región japonesa de Tohoku, el mito podría tener sus orígenes en antiguas prácticas de sacrificio de ancianos durante épocas de hambruna.
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Chedipe: La bruja vampiro
A miles de kilómetros, en las orillas del río Godavari en India, se cuenta la leyenda de Chedipe, una bruja hermosa pero temible.
Esa figura oscura tiene la capacidad de entrar en los hogares y dejar inconscientes a sus habitantes antes de atormentarles con horrores indescriptibles. Chedipe se ha ganado la reputación de ser una pesadilla, capaz de explotar el miedo y la vulnerabilidad de sus presas.
Devendra Varma, investigador de la literatura gótica del siglo XX, plantea que las historias de Chedipe podrían haber influido en las representaciones occidentales de vampiros, mediante conexiones como la Ruta de la Seda.
De acuerdo con Varma, los relatos de esa bruja habrían inspirado la creación de personajes góticos como los de “El Vampiro” de John William Polidori y “Drácula” de Bram Stoker, reflejando un intercambio cultural que resuena hasta nuestros días.