Elon Musk, Steve Bannon y Eduardo Verástegui desataron una ola de controversia internacional tras realizar gestos que algunos han interpretado como saludos nazis en eventos públicos.

Los actos, ocurridos entre enero y febrero de este año, generaron críticas de organizaciones de derechos humanos y políticos, mientras que grupos ultraconservadores los han celebrado.

Según información que publica El Universal, el primero en desatar el debate fue Elon Musk, quien el 20 de enero, tras la investidura de Donald Trump, golpeó su pecho y extendió el brazo derecho con la palma hacia abajo, lo que llevó a comparaciones con el “Sieg Heil” nazi.

Un mes después, en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), Steve Bannon realizó un gesto similar, lo que provocó rechazo incluso entre sus aliados europeos.

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Eduardo Verástegui replicó el gesto el 21 de febrero en el mismo CPAC, declarando su adhesión al “movimiento de Musk y Trump”.

Sus acciones fueron aplaudidas por sectores conservadores, pero también generaron críticas en redes sociales y entre analistas políticos, quienes advierten sobre la creciente normalización de símbolos extremistas en discursos ultraderechistas.

Mientras algunos consideran que se trata de saludos sin carga ideológica, organizaciones como la Liga Antidifamación han expresado preocupación por el posible uso de estos gestos para atraer apoyo de sectores radicales.

Analistas sugieren que podrían ser provocaciones deliberadas para fortalecer la identidad de la base ultraconservadora en un contexto de creciente polarización política.