En un esfuerzo por rescatar la riqueza natural del Lago de Pátzcuaro, la Comisión de Pesca de Michoacán (Compesca) realizó la liberación de 30 mil ejemplares juveniles de pez blanco y acúmara, dos especies emblemáticas que forman parte del ecosistema original del lago y de la identidad cultural de la región.
El operativo de repoblamiento reunió a autoridades estatales, investigadores, pescadores y habitantes de comunidades ribereñas, quienes participaron en la suelta de 20 mil acúmaras y 10 mil peces blancos. Los ejemplares provienen del Instituto Mexicano de Investigación Pesquera y Acuacultura Sustentable (IMIPAS) y de los centros de reproducción de la Reserva del Pez Blanco y la granja La Pacanda Kurucha Urhapiti.
Ramón Hernández Orozco, titular de la Compesca, explicó que el objetivo es fortalecer las poblaciones nativas que han disminuido en las últimas décadas debido a la contaminación, la pesca excesiva y la introducción de especies invasoras. “Estas acciones buscan garantizar que las nuevas generaciones sigan encontrando vida en el lago, no sólo agua”, expresó.
El pez blanco del Lago de Pátzcuaro es más que una especie endémica: es un ícono michoacano con Indicación Geográfica protegida, reconocido por su valor gastronómico, económico y cultural. Su recuperación se ha convertido en un desafío ambiental y también en una causa de identidad para las comunidades de la zona lacustre.
Durante la jornada participaron Eduardo Mendoza Quintero, director de Investigación en Acuacultura del IMIPAS, y Andrés Arellano Torres, jefe del Centro Regional de Investigación de Pátzcuaro, quienes coincidieron en que la colaboración entre instituciones y comunidades locales es clave para preservar el ecosistema.
“El Lago de Pátzcuaro no sólo es paisaje, es historia viva. Recuperar sus especies es recuperar parte de lo que somos”, comentó uno de los pobladores presentes durante la liberación.