La noticia del fallecimiento del papa Francisco este lunes desató una oleada internacional de reacciones de líderes políticos y religiosos de todo el mundo.
Desde América hasta África y Asia, las condolencias y los homenajes confirmaron la influencia del Papa y su impacto en la promoción del diálogo, la paz y la ayuda a los más vulnerables.
En Estados Unidos, la Presidencia publicó un mensaje en X, acompañado de fotografías del Papa con el presidente Donald Trump y el vicepresidente JD Vance.
“¡Descansa en paz, Papa Francisco! ¡Que Dios lo bendiga a él y a todos quienes lo amaron!”, escribió Trump en Thruth Social.
El vicepresidente Vance, quien se había reunido con el pontífice un día antes de su muerte, lamentó la pérdida desde la India: “Mi corazón está con los millones de cristianos en todo el mundo”.
El expresidente Joe Biden lo describió como “diferente a todos los que le precedieron” y elogió su lucha por la paz y la equidad.
En Europa, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, lo recordó como una figura “del lado de los más vulnerables y los más frágiles”, que luchó “por una humanidad más fraterna y más justa”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, reconoció su papel en la promoción de la esperanza y la oración por la paz en Ucrania.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, destacó su “compromiso con la paz, la justicia social y los más vulnerables”, mientras que el rey Felipe VI subrayó su “convicción de la necesidad de llevar ánimo y consuelo a los más pobres y necesitados”.
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La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó la noticia como “profundamente triste” y afirmó que “nos ha dejado un gran hombre”.
El canciller designado alemán, Friedrich Merz, lo describió como un hombre “guiado por la humildad y la fe” y destacó su “incansable compromiso con los más vulnerables”.
El primer ministro de Irlanda, Michael Martin, recordó su “compromiso inquebrantable con los principios de compasión, paz y dignidad humana”.
Más allá del Atlántico, el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, lamentó una “pérdida profunda para el mundo entero”, reconociendo al Papa Francisco como “una voz de paz, amor y compasión” y “un defensor de la causa palestina”.
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, lo describió como un “hombre bueno, cálido y sensible”.
En el Reino Unido, el rey Carlos III expresó su dolor y reconoció la dedicación del Papa, “Su Santidad será recordado por su compasión, su preocupación por la unidad de la Iglesia y su incansable compromiso con las causas comunes de todas las personas de fe”.
Desde Sri Lanka, el presidente Anura Kumara Dissanayake, describió al Papa como un hombre que dejó un legado de “compasión, justicia y armonía interreligiosa”.
El Dalái Lama expresó su “tristeza” por el deceso, elogiando su servicio a los demás y su forma de vivir una vida sencilla pero importante.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, lo calificó como un “dirigente sabio” y un “defensor constante de los más altos valores del humanismo y la justicia”, resaltando su contribución al diálogo entre las Iglesias ortodoxa rusa y la católica romana.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lo recordó como un “hombre de Estado respetado” que “dio importancia al diálogo entre grupos religiosos”.
El presidente de la Unión Africana, Mahmoud Ali Youssouf, se unió a las condolencias, calificándolo como una “gran voz moral de nuestro tiempo” y un “defensor firme de la paz, la justicia, la compasión y la dignidad humana”.