La gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, presentó una demanda contra el presidente Donald Trump, alegando que no tiene autoridad para destituirla.

La acción abre una batalla legal inédita que podría redefinir la independencia del banco central, pieza clave para la estabilidad económica mundial.

Trump anunció el 25 de agosto su decisión de remover a Cook, a quien acusa de fraude hipotecario en 2021. Ella rechaza las acusaciones y sostiene que la ley solo permite la destitución de un gobernador de la Fed por causa justificada, algo que nunca antes se había llevado a los tribunales.

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El caso podría llegar hasta la Corte Suprema, que recientemente reconoció la posibilidad de que la Fed sea una excepción frente al control directo del presidente. La incertidumbre ya provocó movimientos en el dólar frente a divisas internacionales.

Cook, nombrada por Joe Biden en 2022 y primera mujer negra en la junta de la Fed, enfrenta no solo un ataque personal, sino un cuestionamiento al modelo de autonomía que históricamente ha blindado a la política monetaria de intereses políticos inmediatos.