El desastre nuclear ocurrido el 26 de abril de 1986 en la ciudad de Chernóbil, Ucrania, podría haber provocado importantes mutaciones a la flora y fauna de los alrededores del lugar.
Un equipo de investigadores descubrió que los animales en la Zona de Evacuación de Chernóbil tienen sistemas inmunológicos genéticamente alterados que muestran resistencia al cáncer.
Tal es el caso de lobos mutantes que deambulan por lo que algún día fue la central nuclear de Vladímir Ilich Lenin, que han desarrollado un nuevo súper poder que podría tener implicaciones para salvar vidas de los humanos.
Los investigadores tienen la esperanza de que los resultados puedan usarse para encontrar curas para humanos con cáncer.
Tras la evacuación en 1986, la vida silvestre floreció y prosperó en el lugar, que contiene 11.28 milirem de radiación, seis veces la cantidad de exposición permitida para los trabajadores humanos.
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En 2014, la bióloga evolutiva de la Universidad de Princeton, Cara Love, se propuso con un equipo de científicos investigar cómo los animales lograron sobrevivir tanto tiempo a la radiación que causa cáncer.
Los científicos tomaron muestras de sangre de los lobos y les colocaron collares GPS con dosímetros de radiación para obtener mediciones en tiempo real de dónde se encontraban y sus niveles de exposición a la radiación.
Los resultados mostraron que, a pesar de recibir dosis diarias de radiación potencialmente mortales, los lobos parecían notablemente resistentes a sus efectos, además los análisis mostraron que varios de sus genes relacionados con el cáncer tenían nuevas mutaciones, lo que sugiere que habían evolucionado para proteger contra la radiación.
Ahora los expertos esperan que este hallazgo sea el camino para lograr identificar mutaciones en humanos que reduzcan el riesgo de cáncer. La investigación se presentó en enero durante la Reunión Anual de la Sociedad de Biología Integrativa y Comparada en Seattle, Washington.