El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que en la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, la noche del 26 de septiembre de 2014, tuvo que ver el Estado mexicano, “sin duda”, pero que los responsables directos son las autoridades municipales que estaban comprometidas con el crimen organizado.

En conferencia de prensa matutina, el mandatario señaló al gobierno pasado, el de Enrique Peña Nieto, de ocultar la verdad para proteger al Ejército mexicano.

Por ello, sostiene, hizo el compromiso de que su gobierno retomara la investigación con el fin de aclarar lo que realmente pasó aquella noche y los días posteriores, rechazando con ello “la verdad histórica” ofrecida por la administración de Peña Nieto.

Al ser un asunto de Estado, subrayó López Obrador, se tuvo que haber ido a fondo, ya que incluso exfuncionarios federales como Jesús Murillo Karam y Tomás Zerón de Lucio siguieron en libertad “como si nada”, a pesar de haber reconocido su responsabilidad en la fabricación de “la verdad histórica”.

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Si bien el Ejército mexicano participó en la desaparición de los jóvenes normalistas, López Obrador aseveró que los mandos y los elementos siempre actúan con lealtad, y que él como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas jamás daría la orden de reprimir al pueblo.

“Pero sí doy órdenes para que se haga realidad la justicia”, destacó.

El presidente rechazó que la investigación de su gobierno, que desembocó en tres posibles causales, sea una nueva versión de “la verdad histórica”, y que tales acusaciones son “perversas”.

La investigación de su gobierno al caso Ayotzinapa ha permitido la detención de 120 personas, entre ellas, autoridades y militares de alto nivel, algo que no se ve, dijo, “en ningún país del mundo”.

“Y si por cuestiones políticas o ideológicas la consigna es: ‘Fue el Estado, fue el Ejército’, y de ahí no salimos, pues yo les puedo decir, en primer lugar, de que fue el Estado, ¡claro que fue el Estado!, ¡sin duda!, porque el Estado pudo en su momento aclarar las cosas y no fabricar mentiras, de eso no hay duda, y aunque hayan participado autoridades locales y policías municipales, es el Estado”, explicó con firmeza.

Luego, se refirió a la participación del Ejército: “Pudieron haber participado algunos elementos del Ejército, pero lo que sucedió en Ayotzinapa tuvo que ver más con decisiones de autoridades locales y con la delincuencia, con el contubernio, con la asociación delictuosa entre autoridades locales, policías municipales… esa es mi hipótesis, y la delincuencia que dominaba esa región”.

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Peña y Cienfuegos fueron omisos, no responsables

López Obrador, ya encarrerado, dijo que es muy distinto decir que los militares de esa región de Guerrero tuvieran vínculos con la delincuencia o se hubieran enterado y no hayan evitado lo sucedido, cometiendo “el delito de omisión”, a decir que el expresidente Enrique Peña o el extitular de la Sedena, Salvador Cienfuegos, “hubiesen ordenado” la desaparición de los jóvenes.

Cuestionado sobre la irresponsabilidad de Salvador Cienfuegos al no investigar a elementos del Ejército, el mandatario desvió el tema hacia el expresidente Felipe Calderón y su lucha fallida contra el crimen organizado.

“Imagínense cómo falló Calderón y ustedes no dicen, que puso de secretario de Seguridad a [Genaro] García Luna”, dijo en torno a que Calderón tuvo como mano derecha a un criminal juzgazo, mientras que Peña y Cienfuegos fueron omisos.

“No es lo mismo… no estoy quitándole responsabilidad a nadie, lo que quiero es que seamos objetivos y nos apeguemos a la verdad”, afirmó.

Luego, aseguró que su gobierno seguirá investigando el caso, “y si es como ellos sostienen y yo estoy equivocado, lo voy a reconocer”, y reiteró su compromiso de que antes de que termine su sexenio dará a conocer lo que realmente sucedió aquella noche en Iguala, Guerrero.