Este próximo 30 de marzo Edwin “Pichón” Garnica hará su debut profesional dentro del boxeo, con lo que dará continuidad al legado de sus padres, Omar Garnica y Soledad Vargas, así como de su tío Ismael “Sapito” Garnica.
En entrevista con Evangelio, expresó que para él es un orgullo ser portador del apellido Garnica por todo lo que han hecho por el boxeo, así como de su madre Soledad Vargas, quien es una referente del deporte en la rama femenil.
Asimismo, recordó que su padre también es su entrenador, por lo que ha aprendido a diferenciar la relación que se tiene en el hogar con lo que sucede en el gimnasio.
“En casa es mi papá, pero ya en el gimnasio es el entrenador y se tienen que acatar las órdenes que da. Al principio sí se llegaban a cruzar sentimientos, pero con el paso del tiempo me fui acostumbrando y aprendiendo a diferenciar los diferentes roles”.
Respecto a su debut profesional, que se dará en el marco de una función en la que Gabriela “Bonita” Sánchez defenderá su cinturón Silver del World Boxing Council (WBC), el pugilista de 19 años dijo estar listo para iniciar su carrera con el pie derecho.
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“Me siento contento de que llegue esta nueva etapa en mi carrera como boxeador, esto después de una lesión de rodilla que me llevó a quirófano, pero ya estamos de regreso para continuar”.
Con un récord en el nivel amateur de 52 peleas ganadas y 18 derrotas, el michoacano expuso que se ha preparado más de un año para este momento, el cual se cristalizará en Puebla cuando se enfrente a Edwin “Akoatl” Hernández.
Se superaron adversidades
A decir de su padre y entrenador, Omar Garnica, el debut profesional de Edwin le genera sentimientos encontrados, ya que solo ellos son conscientes de las adversidades que tuvieron que superar para llegar a este momento.
“El debut estaba preparado para que se diera desde hace dos años, pero luego vino lo de su lesión, el tema de conseguir el dinero para poder hacer la cirugía, entonces todo se complicó porque él se me vino abajo emocionalmente”.
Independientemente del resultado del próximo sábado, refirió que el momento ya le llena de emoción y motivación para seguir preparándose y aprendiendo a ser un entrenador más completo.
Finalmente, destacó que el consolidar la relación entrenador-boxeador es algo que no le ha costado forjar en Edwin, ya que argumentó que es un chico tranquilo que sabe apegarse a las indicaciones que se le dan en los entrenamientos.