El presidente de Colombia, Gustavo Petro, señaló durante el 80 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU que los verdaderos narcotraficantes no son campesinos pobres ni migrantes latinoamericanos, sino quienes habitan en ciudades de lujo como Miami, Nueva York, París, Madrid y Dubái.
Ante la prensa internacional, el mandatario aseguró que estos actores del narcotráfico “no viven en las chozas donde caen los misiles” ni en las zonas rurales donde se cultiva coca, sino “al lado de la casa del presidente Donald Trump en Miami”. Petro enfatizó que la violencia de la llamada guerra antidrogas solo recae sobre los más vulnerables.
En su discurso ante la ONU, insistió en que las grandes fortunas de la droga se resguardan en bancos internacionales y no en América Latina. Además, desestimó la versión de Washington sobre el Tren de Aragua como grupo terrorista, afirmando que se trata de delincuencia común sobredimensionada con fines políticos.
Petro también defendió a los migrantes, señalando que no son delincuentes y que la migración es consecuencia de bloqueos económicos que calificó como “genocidio”. Sus duras críticas a Estados Unidos provocaron que la delegación de ese país abandonara la sala en medio de su intervención.