En el fraccionamiento Villas del Pedregal, una de las zonas habitacionales más pobladas de Morelia, decenas de madres trabajadoras alistan una manifestación para exigir que el gobierno estatal aclare el futuro de la guardería pública que opera en la colonia, ante versiones sobre su cierre o traslado.

El plantel, parte del sistema de atención infantil del estado, ofrece cuidado gratuito a niñas y niños desde los 43 días de nacidos hasta los seis años. Para muchas familias, representa la única opción de servicio profesional mientras los padres trabajan. “Nos avisaron que ya no habrá cupo y que podría cerrar, pero nadie da una explicación”, denunció una madre que participa en la organización de la protesta.

La convocatoria se difundió en redes sociales y contempla bloqueos en los accesos principales del fraccionamiento, así como una concentración frente a las instalaciones del C5i de Morelia, con el objetivo de presionar a la Secretaría de Educación del Estado para que emita una postura oficial.

El posible cierre afectaría directamente a más de 50 menores, además de personal docente y de apoyo. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social y del INEGI, en México sólo 2 de cada 10 niñas y niños menores de cinco años tienen acceso a algún tipo de servicio formal de cuidado o educación inicial.

En Michoacán, la cobertura es incluso menor, con apenas 14 % de los menores inscritos en centros públicos o comunitarios. Organizaciones como el Pacto por la Primera Infancia advierten que esta falta de infraestructura limita la participación laboral de las mujeres y amplía la brecha de pobreza en hogares monoparentales. Según datos del propio sistema estatal, Michoacán cuenta con 24 centros de atención infantil, pero al menos cinco enfrentan problemas de mantenimiento o recortes de presupuesto en 2025.

El caso de Villas del Pedregal cobra especial relevancia por el perfil de sus habitantes: una comunidad de más de 35,000 familias, muchas encabezadas por mujeres que dependen de programas sociales y trabajos eventuales. La guardería, ubicada dentro del fraccionamiento, permite a las madres emplearse en tiendas, fábricas o servicios domésticos sin pagar cuidados privados.

Hasta este martes, la Secretaría de Educación no había emitido pronunciamiento formal. Sin embargo, fuentes al interior de la dependencia reconocieron que se evalúa una reubicación temporal del personal y los menores, debido a deficiencias en la infraestructura del edificio.

El descontento refleja más que una molestia vecinal, expone la fragilidad de la red pública de cuidados en Michoacán, donde el cierre de un centro puede significar para muchas familias el dilema de elegir entre el trabajo o el cuidado de sus hijos.