El presidente venezolano, Nicolás Maduro, lanzó una defensa de la soberanía de su país en un discurso transmitido por el canal estatal, reafirmando que “ninguna fuerza en esta Tierra” podrá silenciar la voz de Venezuela.

Sus declaraciones se produjeron en el contexto de la reciente cumbre del BRICS en Kazán, donde su gobierno informó que Brasil bloqueó su ingreso al grupo.

“Ni hoy, ni mañana, ni nunca, nadie vetará ni callará a Venezuela y el que lo intente se secará”, afirmó Maduro, aunque no mencionó directamente a Brasil.

El mandatario continuó recordando episodios históricos en los que, según él, intentos de silenciar a Venezuela resultaron en el fracaso de sus adversarios, quienes “cayeron en el basural de la historia”.

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El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, cuestionó la versión oficial sobre un accidente doméstico que habría sufrido el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, e insinuó que había manipulado el incidente para evitar su participación en la cumbre y así perpetuar el veto contra Venezuela.

La situación ha generado un gran descontento entre la izquierda latinoamericana y los movimientos revolucionarios, quienes critican la postura del gobierno brasileño.

“La indigna y nefasta actuación de su gobierno en dicha cumbre al vetar y agredir cobardemente a Venezuela está siguiendo de manera obediente las instrucciones de los enemigos históricos de nuestros pueblos”, advirtieron fuentes cercanas al régimen venezolano.

Por otro lado, el excanciller y asesor de Lula, Celso Amorim, aludió a la ruptura de confianza como motivo del veto, dejando entrever las tensiones diplomáticas.